Al levantarnos nos esperan jóvenes de la comunidad con los que pasaremos todo el día. Oliver, Mª Angeles y yo (LA CHONI, que es como me han bautizado) nos vamos con Jilber, un joven de 32 años con un par de hijos, que nos muestra varios talleres de artesanía, la fábrica de adobe, la laguna y como trabajan el café que es el principal sustento de la comunidad.
En este poblado no hay cobertura telefónica, ni enfermera, cuando enferman existen las brigadas que son jóvenes voluntarias del poblado, que dan los auxilios básicos, pero cuando es algo grave, tienen que trasladarse a otro pueblo a una hora de camino, para que baje el médico a ver al enfermo.
En este lugar hace dos año no había ni luz, ni letrinas.
la tarde la pasamos con todos los jóvenes jugando del poblado en el campo de baseball.
Me quedo con esta frase que le dijo una de las niñas a mi compi Laurina: "que bien que estén ustedes hoy aquí porque estamos todos felices"
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